Los representantes del Gobierno y la oposición venezolana se verán las caras en México este fin de semana en un momento clave: a poco más de un mes de los comicios regionales en lo que se ha confirmado la participación de todos los sectores del espectro político. En la cuarta ronda de diálogo, mediada por Noruega, los ojos están puestos en el proceso comicial del 21 de noviembre porque su celebración constituye un hito para la oposición, que vuelve al carril electoral, y para el Gobierno, que ha insistido en que la política es la única vía para dirimir los conflictos en el país, sin injerencia externa, reseñó Actualidad RT. Sin embargo, la experiencia en Venezuela ha demostrado que todo puede cambiar en el último minuto. El retiro intempestivo de la oposición de los diálogos anteriores, las presiones externas de actores hostiles –como EEUU,– o las propias fracturas dentro de la derecha local han sido elementos que, en otras oportunidades, han echado abajo los esfuerzos. Por eso, en esta ocasión, el hermetismo es regla. |