El mundo se conmovió hace un año cuando Mohamed Salah se retiró lesionado del hombro izquierdo en un forcejeo con Sergio Ramos. Al central del Real Madrid se le acusó de lesionar de forma intencionada a la estrella del Liverpool. El capitán madridista denunció que recibía amenazas por esta acción. El fútbol resarce a la 'víctima' con otra acción para la polémica en el triunfo del Liverpool (0-2) contra el Tottenham. A los 25 segundos se encontró Salah en el punto de penalti para marcar el gol que le convierte en el héroe de la sexta Copa de Europa del Liverpool. Un penalti que se puede discutir. La pelota pegó en el sobaco de Sissoko, que saltó con los brazos abiertos, y sin la intencionalidad de obstaculizar el centro de Sadio Mané. Pero ahí vio el árbitro esloveno, Damir Skomina, un penalti clarísimo, que no quiso ni ir a revisar al monitor del videoarbitraje. Le dio la opción a Salah de desquitarse de la mala fortuna que corría el egipcio en la Champions. |