Zona Tecnológica | N° 70
¿QUÉ TANTO SABES DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL?
Con mucha frecuencia nos encontramos con el término Inteligencia Artificial o “AI”, por sus iniciales en inglés, y muchos no saben con exactitud a qué se refiere. Es un término que ha tenido mucho auge desde hace varios años y es por ello que, en nuestra columna de hoy te contaremos cinco (5) detalles que debes de conocer para entender más este tema ¡Comencemos!
Iniciaremos diciendo que la inteligencia artificial (IA), es la simulación de procesos de inteligencia humana por parte de máquinas, especialmente sistemas informáticos. Estos procesos incluyen el aprendizaje (la adquisición de información y reglas para el uso de la información), el razonamiento (usando las reglas para llegar a conclusiones aproximadas o definitivas) y la autocorrección.
Ahora bien, teniendo claro su definición, no podemos dejar de lado los siguientes puntos:
Datos, muchos datos. Los datos son la principal fuente de alimentación de esta rama de la tecnología. Las máquinas entrenadas para pensar, analizan y toman decisiones en base a los datos que le introduce el usuario o los recopilan ellas mismas mediante sensores que captan lo que ocurre en su exterior (sensores de movimiento, identificación de sonidos, olores, reconocimiento facial y hasta emociones o sentimientos).
El asistente artificial, un nuevo miembro en la casa y en el trabajo. Alexa de Amazon, Siri de Apple, Asimo de Honda o Bibxy de Samsung son algunos de los asistentes que cada día se están entrenando para convertirse definitivamente en un miembro más de la familia. Muchos de ellos son humanoides (robots con la simulación del cuerpo humano) y otros simplemente son un altavoz inteligente con el cual puedes mantener una simple conversación. Muchos hogares ya se han adaptado a las ayudas que ofrece el nuevo miembro. Y es que realmente nos facilitan la vida. Imagínate que te vas de viaje y tienes que dejar a tu mascota sola en casa. Ya hoy podemos resolver este problema asignándole a nuestra mascota un “petbot”, un asistente que se encargaría de proveerla de alimentos, vigilarla todo el día mediante videocámara y notificarte si está en algún riesgo de peligro. Y es que, no sólo están avanzando en las tareas del hogar, sino que también se encuentran en el ámbito industrial; ejemplo de ello son los robots que se mueven por todo el almacén de Amazon en Tracy, California. Se mueven mediante coordenadas que ya tiene como patrones fijos en su memoria. No hay fallos, no hay contratiempo, no hay descanso.
La máquina que aprende sola. Como mencionaba en el primer punto, muchos de los sistemas implementados con Inteligencia Artificial se basan en datos que le introduce el humano o ellos mismos lo recopilan mediante sensores, pero últimamente están surgiendo aquellos que se auto enseñan, es decir, ellos solos aprenden cosas nuevas mediante los datos que han procesado; son maquinas entrenadas para aprender de lo que ocurre en su entorno, de lo que perciben a diario. Un ejemplo de ello son las bolsas de valores, aquí ya se está implementando la AI para predecir en tiempo real los movimientos del mercado y dar respuestas a tiempo y más precisas. Todo ello basado en la carga de datos que la máquina va acumulando en un período de tiempo y que le conlleva a tomar decisiones más puntuales.
Todo se basa en algoritmos. Un algoritmo es, según la RAE: “Un conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema”. Las máquinas son programadas con algoritmos computacionales para tomar decisiones y dar un resultado, una solución. Los sistemas inteligentes tienen la capacidad desde como predecir los cambios en el clima, hasta reconocer patrones de comportamiento en imágenes para detectar el cáncer en la piel. Todo esto, en base a algoritmos computacionales.
La AI como peligro. La diferencia entre la inteligencia y las capacidades de robots y computadoras con respecto a la mente humana es cada vez menor, incluso llegando a superarnos en algunos aspectos, lo que puede resultar preocupante. Las máquinas y sistemas de inteligencia artificial carecen de dos cosas muy importantes: sentimientos y ética, por lo que no son capaces discernir correctamente entre el bien y el mal, ya que su comportamiento depende de programación y no de la racionalidad, por lo que, en caso de cualquier falla, podrían dañar al resto. Incluso Stephen Hawking pensaba que debíamos de mirar con desconfianza esos sistemas automatizados que nos rodean.
La carrera por conseguir que las máquinas sean completamente autónomas y capaces de procesar información con la misma capacidad que el cerebro humano es imparable. Y es lo que muchos nos preguntamos, ¿Tendrá la inteligencia artificial algún límite? Al parecer este límite no tiene fecha definida y sólo nos queda aprender y convivir.
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¡Nos leemos la próxima semana!
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