Adrenalina Activa - Nro.24
TRAVESÍA POR LA SIERRA NEVADA (P2)
Hicimos cumbre en el Pico Bolívar, y por supuesto todo lo que sube tiene que bajar. Ese 24 de diciembre regresamos a nuestro campamento base extasiados, llenos de alegría, con una sonrisa que no cabía en nuestros rostros. Tocaba comer con los hermanos de la montaña, celebrar otra navidad en uno de los tantos y hermosos lugares remotos que tiene nuestro país, y luego dormir, para emprender al día siguiente la travesía desde Albornoz (campamento base del Pico Bolívar) hasta la Laguna Verde (punto base y protectora del Pico Humboldt) la segunda montaña más alta de Venezuela.
25 de diciembre: despertamos a golpe de 7 am, nos hicimos un buen desayuno, recogimos campamento y comenzamos la travesía. Es un día de trekking con una vista de praderas y montañas inigualable, siempre marcándonos la ruta los picos Humboldt y Bonpland. Aunque personalmente, fue el día más duro para mí. Sencillamente creo que el cansancio me pasó factura ese día, la altura me pegaba más de lo normal, daba no más de 10 pasos y ya me cansaba, de verdad que me tocó duro, ese día mi cuerpo no estaba en su mejor momento. Pero el trabajo mental hizo que culminara ese día de caminata. Dicen que en alta montaña el estado físico juega un papel importante de un 20%, y que la mente juega un papel primordial representando el 80% restante, y creo que lo comprobé. Y más aún valió la pena el esfuerzo, ya que nos recibía la Laguna Verde hermosa e imponente. “Mañana atacaremos el Humboldt, y el cuerpo me responderá mucho mejor” fue lo que pensé en ese momento.

Risas, gritos, abrazos, lágrimas, es parte de todo. Subir las dos cumbres más altas de tu país con eso, es algo que te marca para toda la vida. Estuvimos sentados ahí buen rato, disfrutando esa cumbre a plenitud con su vista panorámica de las montañas de Barinas, y detrás de nosotros, allá abajo, esa mística y guardiana Laguna Verde.
Cada paso, cada esfuerzo, cada momento de dolor o de agotamiento valen la pena cuando logras tú objetivo planteado.
Los invito a aventurarse por nuestro país, y a llegar hasta lo más alto. Eso sí siempre con responsabilidad. Cuando practiquen alta montaña dentro o fuera de Venezuela, asegúrense que los guías estén debidamente certificados para ello, y de estar equipados a la hora de emprender la aventura.
Lo demás es entrenarse, y disfrutar de unas vistas inigualables.
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