Los Cuentos de Encarnación - Nro.37
"ENCOURAGEMENT"
Hace poco, viendo un "reality show" norteamericano (lo confieso, ver esos programas es un placer culposo para mí), una muchacha que tenía el turno para usar el teléfono llamó a su mamá y le pidió palabras de "encouragement", allí lo tradujeron en los subtítulos como palabras de "ánimo", pero la verdad me llamó la atención el término.
Lo busqué en Google, es un sustantivo que se puede traducir como la "acción de dar apoyo, confianza o esperanza". Me pareció hermosa la palabra "encouragement" y recordé una conversación que tuve con mi madre hace tiempo. Les cuento...
Anunciación siempre fue una mamá muy exigente conmigo: las mejores notas, la más aplicada, la que mejor hacía las cosas de la casa; y en general cumplí (aunque no fui de las que se graduó con honores ni nada), saqué mi carrera, tengo un trabajo que me mantiene, estoy no solo tranquila sino feliz con la vida que tengo. Pero a veces sentía que me faltaba algo. Me le acerqué y, aunque sabía la respuesta, le pregunté si se sentía orgullosa de mí.
-¡Pero claro que sí hija! ¡Estoy muy orgullosa de tí!
-Y ¿por qué nunca me lo dijiste?
La que siempre tenía algo que decir, se quedó como muda por unos minutos.
-¿En verdad nunca te lo he dicho?
-No- Le dije: -Mamá, siempre me corregías cuando hacía algo malo o no tan bueno y siempre me has enseñado a ser mejor, pero nunca me has felicitado cuando hacía algo bien.
Casi hago llorar a mi pobre madre. Me pidió disculpas, me dijo nuevamente lo orgullosa que estaba de mi y desde entonces me felicita cada vez que logro algo, e incluso cuando no logro algo me sigue animando.
Lo que me faltaba era ese "encouragement" de mi madre.
Dos invitaciones les quiero dejar hoy:
1. A todos: no teman usar palabras de apoyo, confianza o esperanza con sus seres queridos; las llamadas de atención se valen en todas las relaciones, pero no son tan efectivas, créanme.
2. A todos los hijos: si tienen a sus padres con vida, no teman pedirles palabras de apoyo, confianza o esperanza; a veces ellos ni se dan cuenta que no las han dicho, no está mal recordárselo de vez en cuando.
Los espero el próximo martes y no dejen de enviarme sus historias a [email protected].
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