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Viaje Bueno - Nro.60
FELICES 54, PARQUE DEL ESTE
Y nuestro amadísimo Parque del Este (aunque ahora sea Parque Generalísimo Francisco de Miranda) cumplió el martes de esta semana 54 años de fundado. Somos unos afortunados de la vida.
No existe caraqueño que no se haya acostado a ver las formitas de las nubes en la grama de Parque del Este. Es mágico, verde, grandote, bonito y limpio. Sí, la directiva del parque se ha dedicado a mantener muy limpias todas las áreas, por lo que sería importante que toda persona que lo visite forme parte del proyecto por amor al Parque del Este. Y sé que así será.
El domingo pasado llevé a mi hija a patear un rato su pelota rosada para que se divirtiera, pero resultó que la que gozó un puyero fui yo. Claro, ella jugó, corrió, gritó, rió a carcajadas y por último se quedó dormida en el carro de regreso a casa. Pero yo estaba más feliz que nunca. Tuve la bendición de encontrarme con una pereza mamá con la cría más preciosa del mundo entero. Se acicalaban y andaban lentamente de rama en rama con un montón de espectadores fascinados con su cuchura.
Varias obras fueron recuperadas para el disfrute de los amantes del arte, otras son nuevas, pero la más hermosa son Las Cortinas de Agua. Tienen juego de luces, horarios para funcionar y toda foto que se tome ahí queda linda. Es un lujo de espacio recuperado.
Además de esto, el Terrario renovó su clase educativa de reptiles y tienen nuevos residentes, definitivamente vale la pena entrar y conocerlos. Aunque el vendedor de entradas es bien maleducado y no dice ni “buenos días” ni “de nada” ni tiene un gesto de amabilidad con los visitantes, la exhibición hace que se olvide ese mala rato. La entrada es baratísima y no tiene desperdicio el recorrido. Si se asoman al final en la laguna artificial de tortugas verán como muchas de aquellas mascotas que algunas familias compraron pero no pudieron seguir criando, son ahora unas gigantes y excelentes nadadoras.
La seguridad es increíble además de haber funcionarios en ciertos puntos¸ pusieron cámaras para estar pendientes de las zonas claves y alejadas.
Volviendo, la lagunita de patos y morrocoyes está en perfectas condiciones y tienen unas iguanas que sinceramente son impresionantes en tamaño y actitud. El Aviario se puso a valer ya que la fuente de soda ahora es un punto verde. Venden frutas por unidades, ensaladas de frutas, 3 en 1, jugos mixtos al gusto. Esto encanta a todo el mundo y los precios son súper accesibles. No dan pitillos porque el uso de ellos está prohibido dentro del parque.
Los kioscos funcionan aún para las fiestas o reuniones familiares o de amigos. Este domingo vi tres cumpleaños, por cierto uno decorado del Chavo del 8. Además de la colaboración que piden en el Parque del Este por alquilarlos se debe procurar dejar el lugar sin un vaso en la grama. No se permiten los papelillos en las piñatas y se debe cuadrar las fechas con suficiente anticipación.
Viajeros, no pierdan la oportunidad de ir al Parque del Este. Quien viva fuera de Caracas agarren su carro, autobús o una cola con un pana y pasen un rato sabroso en estos jardines sorprendentes. Hay un jaguar, monos capuchinos, caimanes, garzas, iguanas, nutrias (a las que no se les puede dar comida ni chuchería a menos que sean encargados), morrocoyes, peces de río, tortugas de varias especies, perezas y un montón de animalitos más. Y como un plus al paseo el Buque Leander está pepito. Otro día les escribo del barco.
El Parque del Este es vital para nuestra vida en la ciudad, porque entrar es olvidar el bullicio de las calles.
Recuerden dejar todo mejor de cómo lo encontraron, la cuchis crías de las perezas se lo van a agradecer.
Viaje bueno.
¡Felices 54 años!
